Tras llegar a la idea de crear un parque infantil en la Weissenhof, me doy cuenta de que el muro resultante es demasiado pequeño para la tarea encomendada, así que decido ampliarlo.
Pero, puesto que no quiero agrandar el perímetro del parque infantil, (que es de unos 25 metros, aproximadamente), busco otras formas de hacer un muro más grande sin tener que renunciar a mi idea inicial.
Entonces se me ocurre que puedo prolongar el muro sin variar en gran medida su uso principal pero dándole un nuevo sentido a la Weissenhof.
Este nuevo proyecto surge a partir de la siguiente experiencia:

Y se me ocurre fusionar un parque de aventuras con la urbanización de la colina de Stuttgart, prolongando mi proyecto de muro mediante una sucesión de árboles unidos por plataformas, tirolinas, troncos colgantes, etc. De esta forma, tanto niños como adultos pueden beneficiarse del muro.
¿Por qué pienso que esto le proporciona un nuevo uso a la Weissenhof?
Puesto que la Weissenhof fue un proyecto llevado a cabo por diecisiete grandes arquitectos dirigidos por Mies que dieron el paso entre lo tradicional y lo moderno, la consideramos una construcción importante en el mundo arquitectónico, y sería interesante poder observar las distintas casas desde ángulos y perspectivas distintas. Por eso, esta nueva ampliación del muro le otorgaría a la urbanización un carácter turístico a la par que de entretenimiento, puesto que puedes observar los detalles de las casas desde lo alto a la vez que haces el recorrido propuesto, que sería el siguiente.
Como podemos ver en la imagen, he variado el tamaño del parque infantil tras conocer las medidas de la parcela que se encuentra tras la casa de Mies (25x18m), y he cambiado su orientación con el objetivo de que sea más fácil vincularlo con la prolongación del muro. El recorrido marcado en blanco es aquel que trazan los árboles del proyecto, cuyas plataformas han sido representadas por puntos blancos. Existe una separación de 9 metros aproximadamente (la distancia varía según las necesidades del terreno, ya que se requiere que el suelo no esté asfaltado), entre árbol y árbol con el objetivo de hacer el recorrido entre las plataformas más entretenido. Como se puede observar en la imagen, el parque cuenta con plataformas en las cubiertas de algunos edificios como el de Mies van der Rohe, el de J. J. P. Oud, o el de Le Corbusier, de tal forma que no sólo podamos contemplar los edificios, sino también caminar sobre ellos.
Una vez trazado el proyecto, se nos presentan una serie de inconvenientes, como la falta de árboles en la Weissenhof que cumplan con las características necesarias para realizar esta actividad.
Para ello, y tras investigar acerca de los parques de aventuras, llego a la conclusión de que el árbol más adecuado es el pino, muy resistente al clima frío de Alemania y al peso al que se vería sometido una vez iniciada la atracción turística. Para este proyecto es necesario plantar o trasplantar un total de 38 pinos, teniendo en cuenta que, en el caso de plantarlos tardarían una media de 25 años en alcanzar la altura adecuada y que, en el caso de trasplantarlos, debe hacerse en primavera para evitar problemas en la salud del árbol.
Sin embargo, una vez solucionado este inconveniente del muro, nos queda un segundo problema: las raíces del pino.
Como podemos ver en la imagen, las raíces de los pinos nacen a partir de una raíz principal que se hunde en la tierra. No obstante, esas raíces secundarias crecen descontroladamente, y pueden causar problemas en los cimientos de las casas más próximas, agrietándolas y, por lo tanto, deteriorando la Weissenhof. Por ello, se debe llevar a cabo un seguimiento regular de su crecimiento, redirigiéndolas si fuese necesario o reforzando los cimientos de las casas para evitar daños.
Una vez solucionado el elemento principal del muro, debemos hablar de la altura de las plataformas, así como el material de éstas.
Al igual que el parque infantil, decido hacer las plataformas de madera, dispuestas de tal forma que rodeen el tronco del pino. Dichas plataformas estarán unidas por distintos tipos de puentes, ya sean pequeños troncos que cuelgan de cuerdas, tirolinas, redes, etc. Por lo tanto, el material principal será la madera y la cuerda. Es imprescindible que sobre los distintos puentes, a una altura de 1,70 m, haya una cuerda que vaya de un árbol a otro a la que se pueda enganchar un arnés de seguridad.
La altura del recorrido debe variar en función de la altura de la casa donde se realizará la siguiente parada. Es decir, que las plataformas cercanas a la casa de Mies alcanzarán una altura de diez metros, mientras que en la de J. J. P. Oud rondarán los siete metros. Además, para facilitar el recorrido, los puentes que hagan de unión entre las plataformas tendrán un ancho de 80 cm, medida que solo variará en el caso de que dicho puente esté compuesto por una cuerda o una red.
Para finalizar, creo conveniente decir que tanto la subida como la bajada del recorrido serán en la parcela que se encuentra detrás de la casa de Mies, junto al parque infantil, y que se realizarán a través de una escalera que subirá (o bajará) hasta una altura de dos metros, a partir de la cual el recorrido irá variando su altura como ya se ha indicado con anterioridad.
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